lunes, 22 de junio de 2009

La alegria no es solo brasilera...

Pasamos dos días en Arequipa, paseando por calles de piedra, fachadas coloniales y antiguas iglesias, buscando mi nueva mochila porque la antigua dijo basta, luego partimos hacia el valle de Colca que tanto nos habian recomendado y en el cual creiamos ibamos a pasar unos dias...y nos quedamos mas de 15!!!

El valle de Colca nos atrapó, llegamos a Chivay, la entrada al valle, un pueblo entre montañas que desde arriba se ve como un tapiz por sus campos cultivados o como una pintura de Van Gohg, dormimos en una hostal que quedaba en un callejon de piedra, y al otro día nos fuimos a relajar a unas aguas termales, porque veniamos cansados de tanto viaje.
Nos habian dicho que convenia ir temprano al mirador del condor, porque se llenaba de turistas asi que 4:30 de la matina salimos para el mirador, llegamos al amanecer con el sol asomando atrás de los cerros y las cholas empezando a armar sus puestos de venta. El cañon del Colca es mágico, el mas profundo del planeta y unos de los mas largos, uno viaja a 3600 mts sobre el nivel del mar, entre picos nevados de casi 6000 mts con volcanes custodiando el lugar, por camino de ripio y cornisas impresionantes atravesando pueblos de piedra y adobe que son de sueños.... ¿que puedo decir de los condores?... cuando empezo a aparecer el sol, estas aves de 3 metros de largo con sus alas extendidas, empezaron a sobrevolar por encima de nuestras cabezas, flotaban, planeaban por el valle con el rio colca alla a lo lejos como un hilito de agua y ellos con su mirada dominando todo el valle, un espectaculo sublime, verlos volar es sentir la libertad.

Al mediodía partimos hacia Cabanaconde, el úlitmo pueblo donde llega el micro, y buscando un hospedaje para poder alojarnos unos días, encontramos el Pachamama, hostal bar pizzeria y tantas otras cosas. Ludwin su dueño, un peruano con pinta de mexicano, muy gracioso, nos recibió con una idea buenisima, podiamos parar en el hospedaje con comida incluida, a cambio de trabajo voluntario, aceptamos, llegamos al arreglo de que nuestro trabajo seria embellecer el Pacha pintando murales y asi comenzó nuestra estadía en Cabanaconde.
En el Pacha, habia muchos personajes, que a medida que fueron pasando los días se volvieron nuestra familia. Ludwi el dueño y Veronic, canadiense, la administradora, en la cocina Jan y Percy, uno de arequipa y el otro de Ayacucho, y la señora que lavaba los platos que nunca supe el nombre porque le decian señora, en la barra Geremi, Mirko, el hermano de Lud, en la limpieza y dos canadienses, Even y Stephany que tambien estaban de voluntarios como nosotros, enseñando inglés a los chicos del pueblo, ah y Roger el pizzero que a los días partio a Arequipa.
Nuestro primer trabajo fue pintar el horno de barro donde se hacian pizzas, y tuvo un buen recibimiento, asi de a poco fuimos metiendonos en el Pacha, con la convivencia fuimos ganando en confianza y a los días parecia que nos conociamos de toda la vida. Con Ludwin, no parabamos de reirnos de su manera de imitar el tonito porteño, tal vez sea la primera vez que escucho mi tonada, "Cheee, queridoooo, queres poyo" decia siempre resaltando las ll como ye.


Si hay algo que nos caracteriza a los argentinos, me di cuenta en el Peru, es nuestra tonada y el mate. ¿Argentino?: Maradona, El Che, y como le dicen aca el "chato" Messi, también existe el mito de que todos jugamos bien al futbol, algo que en mi caso todavia no pudieron comprobar, pero que seguramente refutaría el mito, je!
Asi pasamos los dias: pintabamos murales, ibamos al mediodia a comer a un restaurancito "Sumac Sara" donde Ceci se hizo muy amiga de Wendy la dueña y nos regalaba canchita, maiz cabanita tostado con sal, y luego nos servia nuestra sopa y segundo, arroz con algo y a la noche vendiamos artesanias en el bar y comiamos con la flia despues de cerrar el bar.

Alrededor de Cabanaconde, existen muchos pueblos que solo se llega caminando o en mula, al cuarto dia de estar en el Pacha, decidimos salir de caminata hacia Tapay.
Desde los 3600mts snm bajamos hasta el Rio Colca, caminado 4 horas por caminos angostos siempre en bajada, cruzandonos con gente lugareña muy gentil, y llegamos a San Juan de Chucho que esta a 2100 mts snm, almorzamos en la casa de rivelino y subimos, exsaustos a Tapay a 2800 mts snm. donde nos hospedamos en la casa de Maruja, que nos preparo una milanesa de pollo exquisita. Tapay es un pueblo increible, realmente colgado de la montaña, con un pico lleno de nieve de custodio, se contruyó a base de tranportar todo en mula, desde las chapas hasta el inodoro, no existe otra forma de llegar que no sea a pie, todo de adobe, con calles de piedra y una iglesia con su plaza mirando todo el valle. Al otro dia salimos caminado, hacia Cabanaconde, pasamos por Corsnihua, Malata, pueblos a 2500mts aprox. y bajamos nuevamente al rio colca, ahi nos encontramos con el Eden, un lugar con cabañas de caña y adobe y con pileta donde decidimos hacer noche. La subida a Cabanaconde nos liquidó, tardamos casi 4 horas, un hombre del lugar de unos 60 años nos pasó a la media hora de haber salido nosotros y cuando estabamos llegando a la cima del camino, él venia bajando con sus compras hechas.
Volvimos al Pacha y se armó la fiesta. Una noche a pura salsa, regeton y cumbia, donde geremi hizo de dj, llena de gringos, todos bailando haciendo el trencito, el tunel y la escoba... donde Jan y Geremi se rieron de mi toda la noche, diciendome "Rompe caderas, Pipo". La siguiente noche pintó la electrónica y yo intente jugar al dj, como en mi casita de Rawson... Los días pasaron entre murales y fiestas y muchas buenas ventas de nuestra artesania. Con Even, el canandiense, nos hicimos grandes amigos, a pesar de mi pesimo ingles, (que el ayudo a mejorar) y su básico castellano nos entendimos a la perfección, hablando de música y de la vida en general como con los amigos del barrio. Con Ludwi no paramos de reirnos y de hacernos amigos y con Mirko hablé mucho de futbol, con Geremi y Jan jugamos Ceci y yo a los enamorados, Ceci con ella y yo con él tratando de que nos preparen algun trago o alguna rica comida.

El día que nos teníamos que ir, salimos a la calle esperando el micro, y justo habia fiesta en el pueblo, la gente iba bailando por la calle en fila agarrados de la mano, y atrás venia una banda de música, con bombos, trompetas, trombones, etc. en total serian unos 30 intrumentos de viento. Nos agarraron unas cholas, y asi salimos por el pueblo a las 10 de la mañana de baile, Ceci, Veronic, Stephany, Even y yo. Ibamos bailando por todo el pueblo, entrando a la casa de los padrinos de la fiesta, que reparten cerveza y chicha gratis a los que participan de la fiesta. A las 12 del mediodia, habiamos perdido el micro y estabamos un poco borrachos, al final nos quedamos un día más para la fiesta del pueblo y además porque nos costaba separarnos del Pacha, a la noche bailamos cumbia en la plaza con una banda local y terminé arruinado en la cama. Al otro día salimos hacia Arequipa despues de abrazarnos y despedirnos de todos con un nudo en la garganta.

El viaje a Cusco dura aprox. 8 hs y a nosotros nos costó 3 días. Nos habian dicho que habia un corte en Sicuani por los problemas en Bawa, la matanza de aborigenes, pero que si caminabamos 10, 15 minutos cruzando el corte podiamos llegar al Cusco enseguida. Y hacia alli partimos, hicimos noche en la terminal de Puno, luego Juliaca, y empezó la odisea. El corte era de mas de 50 km, asi que como podiamos ibamos avanzando, alquilabamos un taxi, luego caminabamos unos kms, luego una bicicleta con carro, hasta otro corte, luego una moto-taxi, luego otra bici, luego caminar otros tantos kms, asi fuimos pasando piquetes, cortes de ruta y pueblos. Hicimos noche en San Pedro y a la madrugada partimos en un taxi, en el primer piquete todavia de noche nos hicieron bajar del taxi, amenzando con palos y piedras al taxista por llevar gringos, les hablamos de que eramos argentinos, hermanos latinos, del Che Guevara, y nos hicieron pasar, caminamos hasta el otro pueblo que se llamaba Tinta y ahi nos quedamos. Nos unimos a un grupo de campesinos que salia hacia Cusco en camiones para la protesta, le pedimos de llevarnos y aceptaron, pero no quisieron que filme la reunion que estaban llevando a cabo de la cual no entendi nada porque hablaban en Quechua. Partimos en el camión y en el siguiente pueblo nos taparon con mantas entre los bolsos para que los otros compañeros de los piquetes no nos descubran y nos bajen ahi nomás, asi pasamos un rato largo escondidos y algo asustados, luego partió la carvana y con el transcurso del recorrido se aflojaron los animos, yo saqué la camara y entreviste a Clodoaldo, dirigente campesino, que me contó que luchaban para no le privatizen el agua, para que no le instalen una mina en los cerros del valle y apoyando los aborigenes de Amazonía, le conté que en mi país pasaba lo mismo con el agua y la minería, y quedamos en seguir la filmación en Cusco. A la tarde, me fui a filmar la protesta a la plaza, y en la delegación de Tinta, me conocian todos, nos saludamos, charlamos largo rato y les regale la pelicula Cielo Abierto.
Caminando por Cusco, nos reencontramos con la Banda!!! Fede, Marisol y Lucia, los chicos con los que tantos viajamos por Argentina, y ya estamos haciendo planes, alquilaremos una casita y empezaremos a organizar fiestas en Cusco, para recaudar algo de dinero y seguir el viaje.
En fin... asi estamos entre la lucha y la fiesta, que al fin y al cabo es lo mismo, la unión de los hermanos latinos!!!! La Fiesta continuará...














jueves, 4 de junio de 2009

Y donde estoy parado ahora...

¡Si hay algo que me gusta de estar en Perú es que, después de 6 años, puedo volver a comer ChoKo Soda, una galletita como las criollitas bañada en chocolate, que solo exiten acá! ¿Pero como llegué a Perú? ¿a Arequipa?

Nos volvimos a encontrar con Ceci en Patquia La Rioja despues de 15 días, junto con Tai (sobrino), sus papás Cristina y Eduardo, y las chicas Mari y Lu. Todos juntos en la berlingo nos fuimos para el Valle de la Luna a pasar un día pleno de sol en un lugar maravilloso, de colores increibles, y formaciones rocosas espaciales pero un poco inflado por el marketing turístico. De regreso a Patquia nos depedimos de la flia, emocionados y agradecidos del paseo, y junto con las chicas partimos a Catamarca.
Nos fuimos derecho a Fiambala, un pueblito cerca de la cordillera rodeado de medanos de arena, y sin escala nos metimos en una quebrada entre montañas a unas termas increibles de piletas de piedra de distintas temperaturas de agua donde nos quedamos ¿descansando? 2 días... mirando el cielo en aguas calentitas.
De ahi salimos para Londres, un lugar muy verde , con cerros como los morros brasileros, con rios de abundante agua, y bastante virgen al viajero, nos quedamos descansando otros tantos dias, metiendole trabajo al paño y a nuestras artesanias, de paso y para anticipar lo que vendrá visitamos el Shincal antiguas ruinas incas.
Partimos hacia Belen, compramos rodocrosita y seguimos viaje hacia Santa Maria, y ahi nos dimos cuenta con Ceci que nos estabamos apurando un poco sin necesidad, las chicas siguieron su camino hacia Cafayate y nosotros paramos en Amaicha del valle.
En el camping de doña Rosa nos detuvimos unos cuantos días a crear artesanias y a disfrutar del pueblo, conocimos 3 chicas viajeras, Rocio, Fer y Carla de Neuquen con la que hicimos una linda quimica y con la que charlamos mucho e intercambiamos pareceres sobre todo lo que moviliza un viaje.
Llegamos a cafayate a dedo, en el camping El Parque ya estaban todos avisados de que pasariamos nosotros porque Mari y Lu habian pasado hace unos dias y habian hablado de nos, asi que nos recibieron como si ya nos conocieramos.
Hicimos buenas amistades con Mauri, musico (¡de Padua, no lo podia creer conociamos los mismos lugares!) y con Mariano y Lore, 2 cocineros de La Plata que se habian largado a viajar. Tiramos paño 2 dias pero no vendimos nada y decidimos partir.
A dedo por los valles Calchaquies pasamos una noche en San Carlos, donde dormimos en un lugar que parecia la comunidad del Chavo con nuestra carpa en el patio y luego seguimos...Angastaco, Molinos y Seclantas un pueblo que parecia una escenografia de pelicula antigua, nos detuvo dos días porque nadie nos levanto...tomamos un micro a Cachi.
Cachi nos sorprendió por su arquitectura colonial y nos encontró durmiendo en una plazoleta publica al lado de un rio, donde pasamos bastante frio por la noche. Un remisero nos hacia precio y asi partimos con una chola y un flaco de ahi, hacia Salta capital. EL camino fue impresionante, la cuesta del Obispo va de los 3500 a los 1600 metros sobre el nivel del mar , cuando empezamos a bajar las nubes estaban arriba nuestro , en Cachi era un dia soleado y Salta nos recibió con un dia nublado a punto de llover.
Paramos en la casa de los angeles...por la noche festejabamos nuestros 6 años de pareja con Ceci con un vinito y unas milanesas con pure, cuando tocaron a la puerta y de repente aparecieron Mauri, Marian, Lore junto con Rocio, Carla y Fer y encima ahi estaban parando unos amigos de Mauri, el pelado y otros chicos, asi que esa noche fue a puro reencuentros y abrazos. Pasamos unos dias entre comida, musica, mates, tambores, charlas, malabares, filmaciones...y nos trasladamos todos al camping municipal por ser mas barato. Ahi conocimos a Daiki y Fer, una pareja brasilera de artesanos viajeros, y se terminó de armar la comunidad; nos colgamos una semana en Salta haciando taller de dia y yendo por las noches a vender a la peatonal con los amigos.
En la peatonal me hice amigo de Daniel, un vendedor de estampitas del Gauchito Gil, con el que entable largas charlas (a veces iba a la peatonal mas para hablar con Daniel que para vender), Daniel, un hombre de unos 40 años con bigote y pocos dientes, siempre con la misma ropa, es de esas personas que tienen una mirada brillosa, sabia, que no tienen nada y sin embargo lo tienen todo. Una noche que llegué triste a la peatonal porque no podiamos ir a San antonio de los Cobres, sin yo decirle nada, me regaló una estampita de la virgen de la Sonrisa y de su bolsillo sacó una hoja de un libro para que leyera que hablaba del ¡entusiasmo!. Otro día me dijo que mi profesión era de contratista-albañil (!mi viejo es arquitecto!) y que Ceci tenia que dedicarse a pintar cuadros (¡abuela y madre pintoras!).
Lo único que extraño de Salta, es la linda comunidad que se armó en el camping y charlar con Dani...

Seguimos camino hacia Jujuy con Mariano y Lore, con los que nos hicimos entrañables amigos y con los que compartimos comidas, talleres de macrame, enseñanzas , charlas, en fin todo lo que se hace con amigos. Llegamos a Jujuy, y Ceci y Yo partimos hacia Lozano, hacia la casa de un gran amigo, Hugo Lamas, que lo habia conocido 6 años antes en mi viaje anterior. Esperamos bajo la lluvia 2 horas en la esquina porque no habia nadie en la casa, cuando pasaron unos franceces, no dudamos y los encaramos, efectivamente estaban en lo de Hugo y por suerte nos hicieron pasar, Hugo cayo a la hora y nos alojo en una pieza. Pasamos unos 3 días de lluvia en la hermosa pero gris Lozano, mirando pelis junto a la chimenea que alimentabamos con leña a cada rato. Mariano y Lore nos visitaron un dia de lluvia y nos divertimos entre mates, tortas y macrame.
Hugo nos llevo hasta Huacalera con sus padres, y nos despedimos prometiendonos encontrarnos en noviembre en Colombia.

Pasamos por Humahuaca para encontrarnos con Fede pero habia partido hacia Bolivia. Asi que seguimos camino a La Quiaca y cruzamos a Bolivia. Llegamos tarde a la terminal de Villazon, todos los micros habian partido, por suerte por medio de 2 malabaristas conocimos a Javi y su novia, 2 adolescentes raros para la sociedad boliviana, que de muy buena gana se ofrecieron a hospedarnos en su casa. Comimos y dormimos en la casa de los chicos, entre charlas sobre viajar y sus tristes momentos de vida. Al otro día tomamos un micro a La Paz, que partió a las 3 de la tarde y llegó a las 8 de la mañana, un viaje "Fatal" como diría Hugo, camino de ripio, ventanas que no se cierran, sin baño, con asientos que no se reclinan y un frio de varios grados bajo cero...el que viajó por Bolivia sabe de lo que hablo, algunos le vendria bien viajar por Bolivia para valorar un poquito mas Argentina... si bien amamos Bolivia, ya hemos pasado muchos meses en anteriores viajes por lo que decidimos ir hacia el Perú... de La Paz, ni bien bajamos nos tomamos un colectivo a Arequipa, la frontera fue un caos, me pusieron 30 dias en el pasaporte, me pelié con los encargados hasta que logré los 90 que quería, mientras tanto el colectivo no me esperaba más y casi me deja abajo... llegamos a Arequipa de noche, literalmente destruidos... en fin, asi fue como pude volver a comer... ¡Choko Soda!