martes, 2 de febrero de 2010

Nadie tiene esa fija que te saca del montòn...


La temporada en Chichiriviche, que va del 23 de diciembre al 15 de enero transcurriò mas o menos en los siguientes terminos: Ceci se iba a la mañana a vender al cayo, yo me quedaba produciendo y luego a eso de las 6 de la tarde ibamos al malecon a parchar con el resto de los artesanos (más de 20) hasta las 11 de la noche, todo esto entre birras, charlas, tocada de tambores, etc...
La verdad que para nosotros fue un éxito económico que yo no esperaba, pero sobre todo, un mes de aprendizajes.
Me suele suceder a diario que idealizó personas, situaciones y mundos en general. Esta no fue la excepción. Yo tenía al mundo de los artesanos idealizado. Creia en la libertad que tienen para moverse, en su "cierta" distancia ecónomica con el sistema, en su desapego al consumismo, en el compañerismo con los demás artesanos, en la originalidad etc etc... en fin, valores que yo adjudicaba a la situación de "artesano" y que el malecon de Chichiriviche se encargó de despojarme rapidamente. Nieztche se me cayó todo encima, "El ocaso de los idolos" pensé.
Me hice cargo de la organización de la compra de un cable de 50 mts para que todos tengamos luz en la temporada y me trajo algunos dolorcitos de cabeza, y con ello mi mundo ideal se volvió real, surgieron miserias, egoismo, reclamos y yo solo queria ayudar a que tengamos luz, no entendi... También empecé a notar como algunos se llenaban de envidia porque a otros le iba bien, como se competia por algun comprador oportuno, como el consumo de cigarrilos, alcohol y todo tipo de comidas rapidas estuvo a la orden del dia. Lejos de tener cierta "libertad" todos vivian pendientes de cuantas monedas hacian o a que hora llegaban para encontrar un mejor lugar y que no se los alla cagado otro o cual era el siguiente lugar para ir a trabajar etc... Nada muy distinto a lo que se vive en una oficina, una fabrica o cualquier otro trabajo, "Humano, demasiado humano". Miserias propias y sobre todo ajenas, hubo para todos los gustos...

Me habian contado atrocidades que sucedian en la temporada en la casa de Luisa, y resulto todo lo contrario, por lo menos para nosotros. En la casa se generó un grupo realmente hermoso, de los cuales oh casualidad nadie parchaba en el malecon, salvo Leti y Mati que quedaron salvados del parrafo anterior.
Hubo muchos personajes que pasaron por la casa con los que hubo buena onda, pero principalmente conectamos y generamos una amistad con: Daro y Dolly, pareja de uruguayos, el músico y ella clown, con Seba y Naty, argentinos, músico y artesana, con Javi, músico argentino y con Leti y Mati (conocidos de Mancora, Montañitas etc...) artesanos.

Nos divertimos todos saliendo de paseo por los cayos, a las cuevas, o simplemente yendo a comer y a escabear, siempre con la música encima.
Puedo decir que con cada uno conecté desde algo con lo que me identificaba o con algo muy opuesto a mi: con Daro nos unió nuestra nostalgía barrial, con Dolly la construcción de la identidad por el arte, con Javi nuestro pasado por el oeste bonaerense y la inocencia para muchas circunstancias, con Maty la curiosidad por el saber y el conocimiento. En oposición a lo que soy, pero desde la admiración hacia lo que creo virtudes, me pasó que en Seba encontré la improvisación y la inseguridad para con la vida, en Naty el humor cascabel de cada mañana y en Lety la frescura de sus arranques casi clownescos.

En fin, el balance de la temporada en Chichiriviche fue que, mas allá de lo económico, fuimos muy felices por haber conocido gente divina y por haber conocido nuestras miserias y nuestras virtudes.

Después de despedirnos de todos, nos fuimos a Caracas. "Dios atiende en la capital" frase que se aplica a todo país. A pesar de estar poquitos días, tuve la dimensión de lo que es la lucha ideologica en este país. El enfrentamiento es abierto y frontal. Tuve la sensación de que se vive como hace 60 años atrás en la Argentina, cuando gobernaba el General. Aunque se dice que Juan Domingo guiñaba a la izquierda y doblaba a la derecha. Aca no. Chavez va de lleno al socialismo. En el discurso y en las acciones. Y por supuesto que tiene mi total apoyo. Aunque en el fondo, yo no confío en ningún milico!!!

Como se nos terminaba el tiempo de estadía, decidimos hacer frontera por Brasil, cerca de Guyana y de paso conocer la Gran Sabana. Nos fuimos hasta la frontera (1200 km) y empezamos a subir a dedo. La Gran Sabana es un lugar realmente bello, con cascadas y saltos, con praderas y Tepuys que son como montañas que suben como bloques de paredes enormes.

En fin, hicimos lo que nos gusta, estar en la naturaleza más pura. Acampabamos cerca de los rios, buscabamos leña, nos cocinabamos guisos y fideos, nos bañabamos en los rios con toboganes naturales o nadabamos en piletas naturales o simplemente escuchabamos el sonido del agua, del viento o del bosque, nos sirvió para acallar muchas voces, nos dio tiempo para reflexionar y para empezar a pensar como sigue este viaje...