martes, 21 de julio de 2009

El arriero va...

No se si existe la Ley del Péndulo, y si existe no se bien como es, pero en nuestro caso se cumplió. Si tan bien la habiamos pasamos en Cabanaconde, Cusco nos dió una cachetada. Habiamos llegado con la ilusión de hacer un montón de cosas y a los pocos días nos dimos cuenta que estabamos en el lugar equivocado. Si bien es una de las ciudades mas bellas que conosco, el circo turístico nos cansó pronto. Nos alquilamos un cuarto en Ollantaytambo, un pueblito a 2 hs del Cusco y ahí transitamos por algunos bajones. Ceci cayó en cama unos días por gripe y a mi me agarró una diarrea que me hizo pasar del agujero nº 2 del cinturón al nº 4. Entre extrañar nuestro país, la comida, la flia, los amigos y vender en Ollanta las artesanias pasamos esos días...
Existen 2 clases de personas: las que leen un libro hasta terminarlo por más que sea pésimo y las que lo dejan a mitad de camino cuando les deja de interesar. Yo soy de las primeros y Ceci de las segundas. Decidimos ir a Machu Pichu, y cuando llegamos a aguas calientes (pueblo que queda abajo de la ruina) todo se complicó porque no nos aceptaban la libreta de la facu de Ceci y teniamos que pagar 40 dolares que no teniamos... Nos tomamos una cerveza en la plaza mientras contemplabamos el show del Turista, gringos disfrazados de peruanos, peruanos vendiendo lo que sea a gringos, y música sonando en vivo. "No sentí que tenía que hacer mi cumpleaños de 15, no senti que me tenía que ir de viaje de egresados y no siento que tenga que hacer Machu Pichu..." me dijo Ceci con una sonrisa y al otro día nos volvimos, me volví tranquilo porque este libro ya lo había leido en otro viaje, yo hubiera subido como sea, pero Ceci (como Borges, je!) me enseñó que sino no nos gusta un libro hay que dejarlo... Por suerte, el péndulo fue hacia el otro lado en choquekirao. No sigo más, para contar bajones está la TV y los diarios...
Lo siguiente es Extraido del Diario de Viaje de Ceci
Caraz, Peru 19/07/09
Despues de haber llegado hasta Aguas Calientes y no subir a conocer el machupichu se nos hizo necesario ir a las ruinas de Choquequirao. Salimos de Cuzco a la mañana hacia el paradero de Cachora, de ahi nos tomamos un "star" (auto de 12 asientos bastante lujoso destinado a taxi o colectivo) a Curahuasi donde ya no pudimos avanzar mas porque calló la noche y los carros no salian al desvio, donde debiamos ir. Dormimos y a la mañana siguiente nos tomamos un taxi colectivo al desvio y otro a Cachora. Llegamos como a las 10:30 hs e informes estaba cerrado, solo llegaron 2 star con turistas (gringos) que iban para las ruinas pero en tour. Nos dijeron desde Cuzco, el taxista y la gente de Cachora que deviamos alquilar mulas, arriero, guía para que nos diga donde conseguir agua y donde sacar las fotos!! queee? no gracias hermano...que el agua no se podia tomar y que compremos pastillas potabilizadoras o agua para los 4 dias...tampoco. A las 11 hs de la mañana bajo un hermoso dia de sol de montaña nos pusimos a caminar, sin mula ni arriero -claro esta- sin guia, ni pastillas, ni agua para 4 dias......compramos fruta, arroz, agua para el dia, algunas verduras, pan y una riquisima lata de anchoas en salsa de tomate, cargamos la carpa, las bolsas, ollas, cocina, camara y nada mas.
El primer dia caminamos 6 hs en bajada hasta el primer campamento Chiquisca un paraje con chozas y un claro para acampar hermoso, a las 18:30 se hizo de noche, le pedimos a juana que nos prepare un plato de comida para no gastar la nuestra. El cielo no puedo decir que era negro mas bien era claro de las millones de estrellas que se asomaban, ruidos? no habia ninguno solo el sonido lejano del rio, viento y algun animal trasnochado. Al otro dia nos levantamos a las 5 desarmamos campamento y con la luna en alto y el sol despertandose bajamos hasta el Rio Apurimac -el cañon lleva el mismo nombre- a partir de ahi todo lo que restaba era en subida, empezamos con entusiasmo pero cada vez que vencía una subida del infinito zig-zag aparecia otra más....era claro que más que fuertes las piernas, tenia que fortalecer la voluntad, en un descanso Pipo me preguntó si esto era placentero o si estabamos sufriendo? estamos sufriendo!! le dije sin lugar a duda, pero ya va a venir el placer, pense. Pasamos el segundo campamento Santa Rosa y Santa Rosa Alta después vino Maranpata y solo nos quedaba el último tirón hasta las ruinas, "recto! planito!" nos habian dicho "tranquilo es pues!", para alguien nacido en la pampa más plana del mundo, recto es recto y lo que venia eran subidas y bajadas a la vez por eso para "ellos" era más suave. Durante toda la caminata el papel principal lo tuvieron las hostigadoras paquitas -tampoco llevamos off- y el cambio de una flora árida de picos nevados a una seja de selva de flores tan bellas como raras.........ovbiamente el agua era más pura que la embasada, baja de un glaciar y la encontraria cualquier persona con la capacidad de asociar el sonido del agua a agua para beber, por las fotos no son las que los guias nos podrian haber indicado por suerte pudimos elegir las propias.
Llegamos al campamento de las ruinas luego de 8 hs de caminata, armamos campamento y descansamos hasta el dia siguiente posados en un paisaje digno de postal donde las nubes estan a nuestra altura y se apoyan en los cerros, a la noche hubo unos relampagos preguntamos si lloveria a los baqueanos del lugar y nos dijeron no! no es epoca!, nos fuimos a dormir tranquilos.
Al tercer dia nos levantamos a las 6 para subir a ver las ruinas el cielo estaba bien nublado, empezamos a subir por un sendero selvático hacia la plaza principal Inca y de pronto nos sorprendio una tormenta no muy fuerte pero con viento, mucha neblina y parejita. Volvi a pensar que los Incas no querian que conozca sus complejos religioso-politicos, pero segui.....arriba las ruinas parecian trasladadas a lima o londres y nos tuvimos que reparar por un rato. El lugar es bellisimo si algo supo hacer este grupo humano es elegir paraisos terrenales para construir su imperio, el rio pasa por ambos lados de la montaña, la vegetacion es increible y las construcciones le dan ese aire fuerte, solido, guerrero y soberbio a la vez, además la vista es propia de un Imperio. En una de la ocasiones que nos protegimos de la lluvia entramos a un cuartito muy pequeño que tenia un asiento y un altar, al principio me dio cosa entrar y me puse en uno de al lado bien distinto y le dije a Pipo que tenia mochila que pase ahi, despues me senté también y comimos nueces bolivianas con pasas de uva, al rato paro la lluvia y salimos a recorrer todos los rincones de esa "Cuna de oro" -choquequirao en quechua- que esta tomada por la selva y que a cada paso ofrece cerámicas y restos de esa civilizacion.
Nos encontramos con un arqueologo que estaba a cargo de la reconstrucción de una parte del sitio y nos dio mucha información histórica, nos comentó de un lugar en las ruinas mas altas donde una investigadora alemana que estudia la energia de los templos de antiguas civilizaciones lo designo como el punto mas fuerte de energia del imperio inca, "solo hay que sentarse poner la mente en blanco y te energiza" nos dijo,"lo usaban para meditar". No pòr casualidad era el mismo lugar en el que habiamos estado hace un rato!! No teniamos mucho tiempo, la comida se acababa y teniamos 2 dias de vuelta, ese dia emprendimos el temido retorno, estabamos cansados y sabiamos lo que se venia; nos despedimos del lugar diciendo que volveriamos con más tiempo cuando se hallan descubierto mas las ruinas. A las 13 hs salimos hacia Santa rosa alta en busca de un arriero con mula que nos lleve el ultimo dia hasta la parte mas alta. Llegamos a lo de Juan a las 16:30 hs por suerte estaba, nos dejaba pasar la noche en su campamento y nos arrendaba la mula!! que alegria! ademas su mujer nos cocino una riquisima comida, vimos el cielo comiendo "a la lampara de querosene" bajo un hermoso techo de paja de un quincho colgado de una montaña. El cuarto dia amanecimos a las 4 y mientras el don ensillaba el caballo (las mulas se le escaparon a Maranpata el cacerio de arriba) nosotros bajo la luz de la luna comenzamos la procesion, bajamos en 1 hora al rio y Juan que salió mucho despues ya estaba atrás nuestro, quedaba una subida de 6 horas. Que paso en todo ese tiempo? bueno, ademas que me transporte en el espacio, la monotonia del paisaje a modo de mantra me permitio atender mi mente, o apagarla, no sé y viaje en el tiempo y por diferentes sensaciones......me acorde de los viajes en carpa con mis viejos, el Renault 6 blanco, los anteojos estilo ray ban de mi papá, esa cartera de cuero duro destinada a los mapas, la canasta que viajaba entre las piernas de mama con la Tini al lado, mi perra, esa de mimbre que se abre por los dos lados y que salian sandwiches riquisimos de pan lactal (los mismos que nos daban a la salida de las clases de natacion en el Club de Moron cuando eramos chicos). Mamá enfundada en una maya y con una bella pollera campana como salida de una pelicula italiana que tiene por protagonista a la bella Sofia Lorens, papá con sus chombas rayadas en tonos verdes, si hace frio jean sino un short de maya rayado tambien en azules de una tela rara; los juegos en el viaje con lulu, contar perros, terminaciones de patentes, medio limon un limon, etc..los turnos para viajar una acostada en el asiento de atrás y la otra bien pegada a la ventanilla a modo de almohada, la imagen de la carpa canadience, de la valija que se hace mesa de formica marron....miles de detalles en imagenes, Pipo me habló de sus recuerdos y juntos pensamos como lo hariamos nosotros, en nuestra casa futura y esas que forman parte de nuestra vida y a nuestros viejos tanto les costo hacer. Luego vino un rato de gran silencio y a medida que pasaba el paisaje, o yo por el, me di cuenta que esa voz que habia escuchado desde el primer dia diciendome no podes! no podes!! y que me convencia a ceder al cansancio se habia callado, estaba exsauta pero no dejaba de caminar y sentia por dentro mucha energia. Un llanto desde lo hondo salió y senti felicidad, mis márgenes se ensanchaban gracias a haber traspasado mi propio limite (ego), la temida subida hasta la disfruté. En lo alto nos despedimos de Juan, comimos una fruta de nombre raro y sabor mas raro aún y continuamos la caminata al pueblo, quedaban 2 hs hasta Cachora con mochila al hombro y el cuero al sol del mediodia pero la sensacion por dentro ya era de triunfo...